A unos cinco días caminado hacia el Sur desde Londres, se alza Canterbury: una de las ciudades más turísticas y hermosas de Inglaterra. Su inmensa catedral gótica atrae un millón de visitantes al año. Corazón de la fe anglicana y, por lo tanto, del sentimiento religioso del país, su catedral y las ruinas de la abadía de San Agustín, a las afueras del recinto amurallado, forman parte desde 1988 del catálogo de Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Es desde este mismo lugar desde el que San Agustín comenzó, a finales del siglo VI, la cristianización de Inglaterra; y en la nave de su catedral donde el arzobispo Thomas Becket fue asesinado en 1170 a manos de caballeros leales al rey Enrique II (padre de Ricardo Corazón de León), dando pie a la ruta de peregrinación más popular de las Islas Británicas en el medievo, con el consiguiente flujo de riquezas que ello implica.
Para saber más sobre Canterbury:
- UNESCO: Reconocimiento de la catedral, las ruinas de la abadía de San Agustín y la iglesia de San Martín en el el catálogo como Patrimonio de la Humanidad.
- Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer: Para comprender la importania de la catedral de Canterbury y el culto a los restos de Thomas Becket en la Inglaterra medieval. Retrata los avatares del peregrinaje entre Londres y Canterbury, y es uno de los primeros textos literarios británicos que se escribe en inglés, en lugar de en francés o latín.
- Catedral de Canterbury: Para más información sobre horarios, culto y actividades (datos limitados sobre la historia del templo).
- Ruinas de la Abadía de San Agustín: Como toda buena ruina británica, están administradas por English Heritage. La entrada incluye una detallada audioguía y un elaborado conjunto de paneles explicativos sobre la primera comunidad cristiana establecida por San Agustín, los cambios arquitectónicos introducidos a raíz de la invasión normanda, y el abandono definitivo de las dependencias de la abadía tras la desamortización de Enrique VIII.
- Visitar Canterbury: Como en casi todo punto turístico de Inglaterra, la oficina de turismo organiza paseos guiados por la ciudad.
- Britain Express: Como siempre, web imprescindible para el viajero por el Reino Unido. Numerosas imágenes y datos históricos sobre varios monumentos de la ciudad.
Podría decirse que Canterbury es la capital religiosa de Inglaterra. Su importancia en la historia de la cristianización de Gran Bretaña no se limita a la existencia de su catedral: las ruinas de la abadía de San Agustín son las del primer monasterio de la isla, desde el cual, por mandato del papa Gregorio I, se comenzó a predicar la fe cristiana desde finales del siglo VI a los sajones.
Desde que las reliquias de Thomas Becket la convirtieron en el mayor centro de peregrinaje de Gran Bretaña, Canterbury ha vivido casi exclusivamente del turismo.
La catedral mide 160 metros de largo y, su nave, 24 de alto.
La Catedral de Canterbury es uno de los monumentos cristianos más antiguos que se conocen en el Reino Unido. Es la sede del Arzobispo de Canterbury, líder de la Iglesia de Inglaterra y corazón de la religión anglicana.
Este lugar alberga un templo cristiano desde finales del siglo VI, aunque el la gran mole gótica que perdura hoy fue construida, en su mayor parte, a partir del siglo XII sobre un templo románico anterior, del que se conservan segmentos.
La catedral anglosajona fue incendiada durante la conquista de Inglaterra por parte de los normandos. Fueron los arzobispos Lanfranc y Anselmo quienes proyectaron la su reconstrucción en el estilo arquitectónico que los conquistadores importaron desde Francia: el Normando (que no es más que la desgnación británica para el Románico).
No obstante, el aspecto y la opulencia del templo que conocemos hoy estaban todavía por llegar, y se los debemos a Thomas Becket, arzobispo de Canterbury en los tiempos de Enrique II, quien lo hizo asesinar en este mismo lugar, temeroso del creciente poder que acumulaba.
La catedral normanda sufrió un incendio en el siglo XII que obligó a la reconstrucción de gran parte de sus dependencias, como el coro. El flujo de riquezas donadas por los peregrinos que acudían a venerar los restos de Thomas Becket permitió que dicha reconstrucción se hiciera, literalmente, por todo lo alto.
La única parte del templo normando que sobrevivió al fuego fue la cripta, que es a día de hoy uno de los ejemplos mejor conservados en el Reino Unido de este estilo arquitectónico.
La cripta alberga ceremonias anglicanas en francés semanalmente. Cuenta con una impresionante colección de capiteles románicos con motivos animalísticos y mitológicos, algunos de los cuales se han relacionado con ciclos sajones.
La bestia alada pescadora
El cocinero y el acróbata
Bestias de cacería
Una bestia de dos cabezas monta sobre un ser alado
Un ser alado debora a una serpiente
Bestia y motivos vegetales
El sagrario de Thomas Becket y todas las riquezas que contenía fueron requisados por Enrique VIII durante la disolución de los monasterios en marzo de 1539. Ni siquiera hoy se sabe qué fue ni de los restos del mártir ni de las ofrendas con las que los peregrinos le agasajaron.
Hasta el siglo XVI una comunidad monástica vivió adjunta a la catedral de Canterbury. La distribución de los edificios que la albergaba seguía la norma benedictina. Uno de los dos claustros aún se conserva a día de hoy.
La catedral de Canterbury es, por supuesto, un templo con culto activo.
Nunca he conseguido que nadie me explique de dónde procede la costumbre de adornar las ventanas que dan a la calle con centros florales y pequeños detalles coloristas. Pero lo cierto es que si uno camina lo suficiente por el Reino Unido, se dará cuenta de que no hay día en el que no vea una ventana delicadamente adornada.
Si se camina por detrás de la catedral, aún pueden verse restos de las antiguas dependencias de los monjes.
El pedernal es el mineral de construcción más abundante en la región de Kent, y se encontrará uno numerosos muros cuajados de irregulares pelotitas negras.